Las Orquídeas y su Conservación.
Por: Wilhelm Franqueza – Comisión
de Conservación.
Vivimos en un país bendecido por la gran diversidad de flora y fauna que habita
nuestros bosques, con especies de aves que superan en número a las existentes en áreas tan extensas como Canadá y los Estados
Unidos, con más de 18,000 especies de mariposas, con bosques en los que podemos hallar más de cien especies diferentes de
árboles en tan solo una hectárea de extensión; y un sin número de ejemplos que
hacen de nuestro país una verdadera joya de la biodiversidad.
Entre las tantas bendiciones con que cuenta nuestro país encontramos a las orquídeas,
con más de 1,000 especies diferentes en tan solo 75,000 kilómetros cuadrados, hacen de Panamá uno de los sitios con mayor
concentración de orquídeas del mundo. A esta cifra pudiésemos agregarles unos cuantos cientos más de llegar a estudiarse más
profundamente la familia de las orquidáceas a todo lo largo de nuestro país. Un ejemplo de esto lo vemos en nuestro vecino
país de Costa Rica, en donde se llevan estudiando las orquídeas desde la década de los 70, llegando a descubrir a la fecha
unas 1400 especies en un territorio 30% más pequeño que el nuestro y que no hace frontera con Suramérica.
Panamá, al ser un país tropical y contar con variadas zonas de vida, cuenta con
orquídeas que habitan tanto zonas de clima caliente a nivel del mar, con largos periodos de sequía en los meses de verano,
donde encontramos catasetum, brassavolas, oncidium, aspasias, epidendrum y cattleyas; como orquídeas de climas templados de
los bosques húmedos de más de 800 metros sobre el nivel del mar, con mayor diversidad biológica en donde encontramos gran
cantidad de orquídeas miniaturas, así como huntleyas, oerstedellas, stanhopeas, lycastes y muchas más.
Pero si bien
es cierto contamos con una gran diversidad biológica, en la actualidad dicha diversidad se esta viendo amenazada por la presión que ejercemos los seres humanos a las zonas en donde habitan nuestras orquídeas. Como prueba
de esto es la gran cantidad de bosques que perdemos cada año, pasando de contar con una superficie boscosa de casi el 80%
de nuestro territorio a inicios de la década de los años cincuenta, a tan solo 40% a inicios del siglo XXI, un paso acelerado
que nos llevará a perder el total de nuestros bosques de no hacer nada al respecto en menos de 40 años.
Entre las principales
causas que contribuyen a la disminución de la población de orquídeas en algunos casos o a la extinción en casos más graves
podemos numerar los siguientes:
-
Pérdida de su hábitat: es la principal amenaza a la cual está sometida la familia de las
orquidáceas a nivel mundial y es causa directa de la actividad humana que busca nuevos territorios en donde desarrollar actividades
necesarias para el desarrollo económico. En Panamá la actividad agropecuaria
en mayor porcentaje, en especial la ganadería extensiva, desarrollada por pequeños productores es la causante de la devastación
de nuestros bosques, seguido de la agricultura de subsistencia realizada por familias de bajos recursos quienes colonizan
zonas boscosas deshabitadas de nuestro país para poder producir los alimentos que le den sustento a sus familias. Este tipo de actividad ocasiona grandes pérdidas de biodiversidad lo cual degenera en un circulo de miseria
y pobreza, ya que las zonas colonizadas pierden pronto los nutrientes existentes en los suelos producto de la erosión de la
tierra producida sobre la superficie desprotegida. Motivando de esta forma la colonización de nuevas zonas boscosas en busca
de suelos más fértiles y la perdida de nuestra biodiversidad.
- Explotaciones
forestales y fragmentación de los bosques:
la tala de árboles para el aprovechamiento forestal es otra de las causas de la pérdida de nuestras orquídeas. Esta
actividad, aún cuando se haga de manera selectiva, es decir, talando únicamente los árboles madereros adultos, ocasiona un
gran daño a la población de orquídeas y demás epifitas del bosque ya que las mismas habitan en su mayoría en el dosel de los
árboles de mayor altura. Además, existen orquídeas que únicamente se desarrollan en determinadas especies de árboles que de
desaparecer provocarían la extinción de la orquídea. Además al producirse los claros de luz en las áreas en donde se ha talado
el árbol adulto, se produce una sobre exposición solar en zonas que anteriormente se encontraban en penumbra, lo que produce
la sobre irradiación de las plantas producto de la exposición solar, lo que ocasiona que las plantas afectadas mueran producto
de las quemaduras que les ocasiona la luz solar.
- Extracción de
especies: la colecta y comercio ilegal de plantas silvestre es la tercera causa
en importancia de la perdida de nuestras orquídeas. Al ser las orquídeas dentro de nuestra flora plantas de gran valor económico
se genera un comercio de plantas que en su mayoría son extraídas de su medio natural, ejerciendo tanta presión sobre la población
existente, que en la mayoría de los casos ocasiona la desaparición de las plantas de las áreas aledañas al sitio en donde
vive el comerciante o vendedor de orquídeas o donde son extraídas. El peor ejemplo de esto lo podemos observar en el Valle
de Antón, en donde el comercio descontrolado de orquídeas colectadas de áreas silvestres ha ocasionado la disminución de la
diversidad de orquídeas, provocando en muchos casos la extinción de algunas especies de la zona, como es el caso de la peristeria
elata, miltoniopsis roezlii, neomorrea wallisii y muchas otras especies de orquídeas miniatura. Esto mismo podemos observarlo
en la región de San Felix, donde la extracción de plantas para la venta ha ocasionado la desaparición de especies como el
mormodes hookeri y el cicnoches warsewiksi.
- Expansión de los
centros urbanos: el crecimiento de las ciudades producto del aumento de la población
contribuye a la destrucción del hábitat de las orquídeas, ya que por regla general el desarrollo de los nuevos asentamientos
lleva consigo el desmonte de la vegetación existente y en algunos casos la canalización y pavimentación de las quebradas existentes.
El incremento en el número de extranjeros que ha venido a establecer su residencia en nuestro país afectará el normal crecimiento
de las comunidades de orquídeas, ya que en la mayoría de los casos estos se establecen en zonas rurales o zonas agrícolas,
fragmentando los bosques existentes con la creación de nuevas urbanizaciones y cambiando el clima de la zona en donde se desarrollan.
Es por esto que sentimos que en regiones como el Valle de Antón y Boquete ha ido aumentado la temperatura con relación a otros
años.
-
La contaminación y el cambio climático: el incremento de la temperatura y el cambio de duración de las estaciones seca y húmeda en nuestro país, producto
de la contaminación del ambiente y la tala indiscriminada, provoca efectos negativos en la salud de las comunidades de orquídeas,
afectando su periodo de floración y el ciclo de vida de sus polinizadores. El aumento de la estación seca o el aumento de
la humedad ambiental pueden ocasionar la muerte o pudrimiento de los nuevos brotes; y alterar el periodo de floración de las
orquídeas. Este efecto a simple vista es el que menos percibimos, pero que a lo largo de los años puede afectar enormemente
la supervivencia de las plantas. Un ejemplo claro de los efectos del cambio climático fue la desaparición de varias especies
de coral en las aguas del archipiélago de Las Perlas producto del aumento en dos grados centígrados de la temperatura del
agua provocada por el Fenómeno del Niño.
- Reforestación
con especies exóticas: el desarrollo de la reforestación en nuestro país con especies
extranjeras incrementa la perdida del hábitat para el crecimiento y desarrollo de las especies epifitas nacionales. La reforestación
con pino caribe, especie procedente de Méjico y Honduras, así como el uso de la Teca procedente de la India, imposibilitan
la colonización de nuevas comunidades de orquídeas en las zonas reforestadas.
- Quema de potreros: la práctica común en nuestro país de quema de los pastizales
afecta principalmente a las orquídeas terrestres y a especies como la encyclia cordígera, catasetum y mormodes, especies que
se han adaptado a crecer en potreros y estacas de cercas.
Si bien son
muchas las causas que ponen en peligro la conservación de las orquídeas, en el mundo se están llevando a cabo acciones para
minimizar las amenazas a las que están sometidas las orquídeas. Son muchas las instituciones a nivel mundial preocupadas por
la conservación de la familia de las orquidáceas. La Unión Internacional para
la Conservación de la Naturaleza (UICN) a través de su programa de conservación de especies, ha creado el Grupo de Especialistas
en Orquídeas, organismo conformado por expertos de varios países que están estudiando
el estado de conservación de las orquídeas en nuestro planeta. En Centro América se creó el Grupo Mesoamericano para la Conservación
de las Orquídeas, organismo conformado por expertos de diferentes disciplinas comprometidos con la conservación de las especies
de la zona. Cabe señalar que el único país de la región que aún no tiene representación en este grupo es Panamá.
Existen además
instituciones educativas dedicadas al estudio y conservación de las orquídeas, como es el caso del Missouri Botanical Garden en los Estados Unidos, el Royal Botanical Garden de Inglaterra, el Jardín Botánico
Lankester en Costa Rica y el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales en Panamá.
Nuestro país
no está ajeno a la situación que viven las orquídeas en el resto del mundo y se están tomando medidas para ayudar a su conservación.
Se han realizado acciones gubernamentales para conservar nuestra biodiversidad a través de la creación de los parques naturales
y las zonas protegidas, santuarios en donde nuestra flora y fauna se desarrolla de forma natural, lejos de los efectos negativos
de la acción humana. El IDIAP (Instituto de Investigaciones Agropecuarias de Panamá) ha desarrollado programas de propagación
in vitro de orquídeas aunque destinado en un principio a la propagación de híbridos de especies comerciales. También existen
productores de orquídeas, quienes están propagando especies nacionales para la venta, ofreciendo en el mercado plantas reproducidas
de forma artificial (propagación in vitro) reduciendo la presión ejercida por lo recolectores de orquídeas en su hábitat natural.
Los gobiernos
de Japón y Taiwán también están realizando proyectos en nuestro país destinados a la conservación de nuestras orquídeas, trabajando
el primero en la región del Valle de Antón, con los vendedores de orquídeas del área, para ayudarlos a reproducir las especies
de la zona; y el segundo en la producción de híbridos de phalaenopsis para su comercialización.
La Asociación
de Orquídeología de Panamá a través de la Comisión de Conservación está implementando con la colaboración del Dr. Gaspar Silvera
un programa de propagación de especies nacionales en peligro de extinción a través de la reproducción in vitro en el laboratorio
de la empresa Orquídeas Tropicales. Con este programa se busca restablecer comunidades de especies altamente colectadas de
sus hábitats naturales para su posterior siembra en lugares protegidos, garantizando así la subsistencia de las especies.
Dentro de la primera etapa del programa se busca reproducir especies amenazadas como la peristeria elata, la neomorrea wallisii,
la cattleya dowiana y el mormodes hookeri.
Sabemos que
la conservación de nuestras orquídeas debe ser tarea de todos, en especial de las personas que de una u otra forma nos encontramos
involucrados con esta bellas plantas, por lo que debemos asumir nuestro papel de compromiso y contribuir de forma positiva
a su conservación. Existen muchas formas de ayudar con la conservación de las
orquídeas, entre ellas:
-
Evitando colectar plantas en zonas protegidas o en peligro de extinción.
-
No comprando plantas que hayan sido extraídas de su medio natural.
-
No cultivando plantas de clima fresco en zonas de clima caliente.
-
No arrasando con comunidades de
plantas si se va a colectar en zonas no protegidas.
-
Cultivando híbridos de orquídeas, ya que estos han sido reproducidos en laboratorios.
-
Y principalmente divulgando la importancia de proteger a nuestras especies nacionales.
Cada uno de nosotros
debe asumir su papel en la labor de protección de nuestros recursos naturales, para garantizar que las futuras generaciones
puedan disfrutar al igual que nosotros de toda esta riqueza natural de la que dispone nuestro país. Vivimos en un país con
una gran riqueza natural y debemos trabajar unidos para que nosotros los panameños podamos seguir contando con nuestras más
de 1000 especies de orquídeas nacionales.